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Etiqueta: desinformacion

7 peligros al difundir rumores y desinformación

Hoy en día, las redes sociales y el internet son como misiles lanzando información por todos lados, ¡y mucha de ella es pura falsedad! A veces no caemos en cuenta de que compartir rumores se ha vuelto pan de cada día, ¡pero eso conlleva riesgos fuertes!

Te dejamos varios peligros a los que te expones al compartir o regar rumores y desinformación:

  1. Propagación incontrolada: Los rumores pueden extenderse rápidamente, llegando a un gran número de personas en poco tiempo, lo cual provoca la multiplicación de la desinformación en grandes proporciones.
  2. Desorden social: Si la información no está verificada, puede llevar a disturbios o desórdenes si asusta a la gente sin razón. La difusión de información no verificada puede llevar a disturbios o desórdenes sociales si la información provoca temor injustificado. Con esto, se pueden desencadenar manifestaciones o protestas sociales. 
  3. Aumento de la polarización: Los rumores no chequeados aumentan la división social, sembrando desconfianza y peleas entre grupos con ideas distintas. Se arma la bronca entre la gente, ¡sobre todo entre los que tienen ideas diferentes!
  4. Desestabilización democrática y política: Las noticias falsas hacen que la política y los ideales en la sociedad se desbalanceen, creando conflictos dentro del sistema democrático y afectando a sus integrantes.
  5. Causar pánico: Los rumores sobre emergencias, salud pública o desastres pueden sembrar miedo en la gente y hacerla actuar sin pensar. Además, crean ansiedad sobre eventos catastróficos que ni han pasado.
  6. Dificultades para los verificadores: Una vez que el rumor está fuera, cuesta retractarse aunque se pruebe que es falso. La gente ya lo compartió y cambiarles la idea es difícil.
  7. Daño a la reputación: Compartir rumores puede dañar la reputación de ciertos medios de comunicación, personas o empresas, al difundir información falsa o difamatoria

Evitar caer en la desinformación en estos tiempos es súper difícil. En Lupa Media armamos una guía rápida para echarte una mano, especialmente en tiempos de elecciones. 

Es clave tener en cuenta estos peligros y ser responsables al compartir información en las redes. Checar lo que compartes y promover que la gente esté bien informada son pasos importantes para combatir los riesgos de regar rumores por la red.

Anatomía del Fact-Checking: Claves para luchar contra la desinformación

En el actual panorama mediático, el periodismo de verificación o fact-checking se ha convertido en una herramienta esencial para combatir la desinformación y garantizar la integridad de la información. Este proceso se cumple bajo una rigurosa metodología en la que se consideran ciertos indicadores y criterios para garantizar la precisión del proceso, incluso desde cómo y qué se verificará.

¿Cómo seleccionar una afirmación o claim?

Para que una afirmación sea considerada verificable, debe cumplir con ciertas características esenciales. En primer lugar, la especificidad es fundamental. Cuanto más específica sea una afirmación, más fácil será someterla a un proceso de verificación. Por ejemplo, una declaración como «El desempleo aumentó un 2% en el último trimestre» ofrece un dato concreto que puede ser contrastado con estadísticas oficiales. En cambio, una afirmación más general como «El desempleo está empeorando» resulta más difícil de verificar debido a su falta de precisión.

La relevancia de la afirmación en el contexto del debate público es otro factor importante a considerar. Los fact-checkers damos prioridad a aquellas declaraciones que tienen implicaciones significativas para la sociedad o que están influyendo de manera notable en la opinión pública. En este aspecto también, se analiza el origen de la afirmación o potencial desinformación, prestando especial atención a las declaraciones provenientes de autoridades, líderes políticos o personas con influencia en la opinión pública.

Además, la temporalidad de la afirmación juega un papel crucial. Las declaraciones seleccionadas para verificación deben hacer referencia a un marco temporal específico o implicar una condición actual que pueda ser investigada y corroborada. Es importante que la afirmación no sea demasiado antigua, a menos que haya resurgido en el debate actual y siga teniendo relevancia para la sociedad.

También, es fundamental aclarar que no toda información que circula en redes o afirmación hecha por alguna persona se puede verificar. Las declaraciones que se prestan a la verificación deben referirse a hechos concretos, no a opiniones o juicios de valor. Mientras que una afirmación como «La temperatura promedio global aumentó 1°C en el último siglo» presenta un dato verificable, una declaración del tipo «El cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo» expresa una opinión subjetiva que no puede ser verificada de manera objetiva. Tampoco pueden ser verificadas propuestas de campaña, predicciones a futuro, creencias personales debido a que estas declaraciones no se basan en hechos concretos o datos verificables. 

Las propuestas de campaña son promesas que pueden o no cumplirse en el futuro, las predicciones son especulativas por naturaleza, y las creencias personales son subjetivas y no están sujetas a verificación factual. Además, estas afirmaciones a menudo carecen de la especificidad necesaria para una verificación rigurosa y pueden cambiar con el tiempo o las circunstancias.

¿Cuándo no se verifica lo verificable?

En ocasiones, como verificadores hemos identificado o nos han solicitado revisar cierta información que, aunque tenga relevancia en la opinión pública y elementos verificables, decidimos dejar de lado cuando no cumple con los criterios de interés público, sino uno en particular. Esto puede ocurrir cuando la información se refiere a asuntos privados de individuos que no tienen impacto en la sociedad en general, o cuando la verificación podría causar más daño que beneficio al amplificar información potencialmente dañina o engañosa.

Otros elementos importantes

Una vez seleccionada la afirmación o el contenido a verificar, también se consideran los siguientes puntos: 

  1. Contextualización: Comprender el entorno de la información, incluyendo fecha, ubicación y contexto político-cultural, es fundamental para evitar malinterpretaciones.
  2. Análisis de fuentes: Evaluar la credibilidad del emisor de la información es crucial. Una fuente poco confiable requiere un escrutinio más riguroso.
  3. Corroboración directa: Cuando se menciona a medios o entidades específicas, es indispensable contactarlos para confirmar la veracidad de la información.
  4. Investigación profunda: Buscar exhaustivamente datos oficiales y consultar a expertos para contextualizar los temas en análisis. En ocasiones, es necesario contactar a la fuente original de la posible desinformación.
  5. Verificación cruzada: Analizar si otros medios confiables han reportado la misma información o si ha sido previamente desmentida.
  6. Publicación rigurosa: Antes de calificar una afirmación, se debe contar con toda la evidencia necesaria. Este paso implica una revisión por pares para garantizar la precisión y contextualización adecuada de los datos.

Este enfoque integral, que combina análisis de contexto, fuentes e implicaciones, es esencial para garantizar la eficacia del fact-checking en la lucha contra la desinformación. Conoce en detalle el proceso de Lupa Media en www.lupa.com.ec

El 60% de ecuatorianos dice encontrarse con noticias falsas al menos una vez por semana

Un estudio regional de la consultora Activa Research reveló una realidad que, aunque alarmante, no es un secreto para nadie: los ecuatorianos están inundados de desinformación. Noticias falsas que se han vuelto omnipresentes en sus vidas.

Y es que 6 de cada 10 habitantes del país se topan con las famosas “noticias falsas” o fake news al menos una vez por semana. Ya sea en los informativos nocturnos, las radios locales, los grupos de WhatsApp o en los buscadores como Google.

Para la gran mayoría, esto representa una seria amenaza contra los pilares de la democracia ecuatoriana. El 80% percibe que debilita las instituciones, mientras que el 72% siente que pone en riesgo la limpieza de los procesos electorales.

Influencia política

Pero quizás el dato más alarmante es que casi la mitad de los ecuatorianos (48%) percibe que la proliferación de desinformación ha acrecentado peligrosamente la polarización política. Una cifra significativamente mayor al 29% regional.

En este mismo estudio,  el 76% de los encuestados en Ecuador dijo que «a veces» o «rara vez» verifica si la información que consume es verdadera y precisa. Los datos indican que Ecuador tiene un grave problema de desinformación, que erosiona la confianza en medios, instituciones políticas y, en general, en la palabra como herramienta para informarse y ejercer una ciudadanía plena.

Combatir la desinformación en la era digital

Con más de la mitad de los ciudadanos con acceso a internet, el 81,3% para ser exactos, convierte al país en un lugar vulnerable a la desinformación. Ecuador cuenta con 13,30 millones de usuarios de redes sociales, lo que equivale al 73,5% de la población total, según datos de enero de 2023 del informe anual de Data Reportal. Esto influye en la rapidez e inmediatez en la que los ecuatorianos reciben y comparten datos en línea, sean verídicos o no.

Hoy en día, la alfabetización mediática e informacional es la mejor manera de contrarrestar la desinformación y así, fomentar el interés de verificación en las personas.